Mi madrastra milf quiere fornicar con un semental

La Madrastra
Vanessa era la nueva madrasta de Jordan, un joven que sentía deshecha su familia porque su padre era muy promiscuo, divorciado varias veces y aún tenía amantes, porque el dinero se lo permitía. Vanessa no sabía cómo hacer sentir mejor a Jordan con su nueva realidad, así que una ocasión en que ambos se quedaron solos en su mansión, le hizo de comer su platillo favorito.
Una vez que terminaron de cenar, Jordan comenzó a llorar porque decía que su vida no tenía sentido, así que Vanessa lo abrazó maternalmente, y pudo notar la genética de su marido en su joven hijastro.
Se le ocurrió que tal vez compartían algo más que el cabello negro y los brazos fuertes, así que comenzó a acariciar sensualmente a Jordan, quien primero temeroso y luego con curiosidad, dejó que Vanessa lo explorara libremente. Para estar más cómodos, se fueron a su habitación, y él se quitó la camisa, ella de un suave movimiento se despojó de su vestido, revelando que no usaba sostén ni pantaleta. De inmediato el tronco de Jordan asumió la posición de firmes, y ella lo masajeó para excitarlo aún más.
En cuanto ella se metió en la boca la verga de su hijastro comprobó que sí era hijo de su esposo, pues la tenían igual de grande y poderosa. Tras algunas mamadas, Jordan no aguantó más y comenzó a cogerse a Vanessa, primero de misionero, con las piernas de ella apuntando al techo y masajeando sus grandes tetas, luego ella arriba cabalgando su regia verga, después de a perrito, no sólo por la vagina sino también por el ano, su placer les ocasionaba gritar, arañar, y pegar. Cuando él estaba por venirse, ella le sacudió la verga y antes de que el chorro saliera de glande, ella se la metió en la boca, tragándose todo lo que chorreaba.
Desde entonces, madrastra e hijo se volvieron excelentes amigos.