Me follo a la maestra para pasar la materia
Patricia necesitaba urgentemente dinero para pagar su examen final, y como ya no tenía más recursos, tuvo que echar mano del jabón que no se gasta: su culo. Primero con sus roomies, les propuso ayudarles en sus tareas domésticas, pero como era poco lo que se recaudaba, se le ocurrió consolar a Rafael, que acababa de quedarse sin ropa y estaba inconsolable. Entonces ella le dijo una tarde, que si él quería, ella podía ser un hombro donde llorar. Platicaron y ella escuchó con mucha paciencia todas las tonterías románticas que le platicó Rafael, y entonces le dijo: ¿Tu novia te la chupaba? Sorprendido Rafael le dijo que no. Patricia le comentó que entonces ella no había sido una buena novia, porque las mujeres de verdad tenían que conocer a qué sabía su hombre. Acto seguido se hincó delante de él, le acarició las piernas y le desabrochó el pantalón, la verga de Rafael saltó de entre su trusa y Patricia comenzó a jalarlo de arriba a abajo, dejando el glande al descubierto y luego comenzó a besar la punta del pito, luego se lo llevó totalmente a la boca y se la tragó hasta la garganta, haciendo que Rafael gimiera de gusto. Después de varios minutos de mamadas, era el turno de ganarse el dinero extra, así que Patricia se desnudó y se echó encima de Rafael, cabalgando su vergota como vaquera de un jinete del apocalipsis, rabiosamente saltando en el miembro de su amigo, que la penetraba con gusto, ella le ponía sus manos en las chichis para que se las masajeara, y cuando por fin él se vino, ella estaba contenta y le susurró al oído: Son 250 dólares… Y él le pagó 300!