Gordita amateur va al hotel a coger con su amante
Doña M, como es conocida en le barrio, es una señora un poco subida de peso que según dicen algunos vecinos, fue abandonada por su marido y otros afirman que él salió de viaje de negocios y se ha demorado demasiado. El asunto es que ella salió en busqueda de amor, se vió con un completo desconocido en un hotel y le pagó para tener sexo. En cuanto él le mostró su miembro, ella tembló de ganas, era un pene grande, grueso y que se ponía erecto nomás de verlo. Ella chupó el pito con muchas ganas y luego él se la llevó a la cama, la desnudó y la abrió de patas, se la cogió de misionero, le levantó las piernas y penetró sin misericordia su coño, la panocha palpitaba en cada estocada, la pobre mujer gemía y lloraba de placer, porque nunca se la habían metido tan adentro, su coño enloquecía y el pene entraba a rincones que ella no sabía que tenía, luego la puso como la perrita que es y a cuatro patas la cogida fue deliciosa, la puso de lado y también con una pierna al aire, el tipo era un experto en excitar a las mujeres, doña M se vino como tres veces y ya hasta le dolía el coño de tantas penetradas cuando el tipo la llenó de semen, ella quedó escurriendo lechita y jadeando de placer.