Jovencita se corre en la verga de un anciano
Bety estaba aburridísima en la casa de su abuelo, esta era la parte más aburrida de las vacaciones, estar a solas con su abuelo, que ya viudo, estaba amargado y sin ganas de nada. Pero ella debía visitarlo, no sólo por la herencia, sino para simular que a la familia él les importaba. Por cierto, al final ella heredó todos los bienes de su abuelo, ¿Cómo le hizo? Pues se quitó lo aburrido ese día, conforme caía la tarde comentó con su abuelo que qué era lo que más extrañaba y él contestó que el sexo. Ella se interesó y conforme su abuelo le platicaba que él era una máquina de fornicar, ella se calentó y se desnudó para ver si podía poner de pie y firme la riata de su abuelo, para su sorpresa no sólo se le paró sino que estaba de buen tamaño, gorda y con un glande listo para penetrar, ella se lo acabó de excitar con una buena mamada y él al fornicó, la penetró con su verga y como ya tenía meses sin follar a nadie, ella recibió todo el ímpetu de su abuelo, se la culió como nunca antes, le acarició las tetas, le masajeó el coño y la hizo correrse, se la cogió de varias posiciones y al final cuando se vino, le echó los mecos en la boca, la hizo que se los tragara y que luego le volviera a mamar la verga. Así se gana una herencia!