Le chupo el orto a mi primo el gamer y se le para la pija al pendejo
Mi novio tiene lo último en videojuegos, la silla que vibra, el control que trae volante y audífonos con sonido 3D. Pero por más atractivo que sea, si no me coge no hay convivencia que valga la pena. Por ello, ahora cuando juega sus jueguitos de guerra, yo aprovecho para hablarle a mis conocidos y les vendo sesiones de strip tease, o de plano me masturbo delante de ellos, para que vean cómo deseo que me agiten la panocha y me penetren el culo. Para eso me conseguí algunos vibradores y collares de cuentas anales, para que el tratamiento sea completo y no quede agujero sin ejercitar.
El otro día que él me comentó que tenía torneo, y mientras él mataba gente inexistente con armas virtuales, yo me abrí de patas para nuestros amigos, previo pago, para que vieran mi coño rasurado, mis largas piernas y mi culo palpitante por acción. Metía el consolador en mi panocha, luego me masajeaba con el duro juguete y ya lubricado con mi propio orgasmo, me lo metía en el culo mientras los dedos iban lo más adentro de mi vagina que se pudiera. Mis tetas se paraban de la excitación, sensibles a las caricias, así que me las acariciaba con una mano mientras con otra taladraba mi ano. Me arqueaba de placer, parándome de puntas abierta de patas, boca a bajo y también boca arriba, para que tuvieran la mejor vista de mi cuerpo y sus orificios. Al final, lamí el consolador luego de sacarlo de mi concha y las cuentas al sacarlas de mi culo, para que vieran lo que les esperaba en caso de que nos encontráramos en persona…