Mi maestra me lleva a su casa para follar
Toño llegó corriendo a la casa de su maestra, la señora Martha P. Le platicó que sus padres acababan de tener una riña espantosa, y que él había huido de casa. La maestra, conmovida, le dio permiso de entrar en su casa mientras llamaba a sus padres para tratar de arreglar lo que se pudiera. Pero los padres de Toño simplemente no contestaban. Toño, de 18 años, se quedó un par de días en la casa de su maestra, y cuando ella se enteró que las cosas habían empeorado con los padres de su alumno, decidió darle permiso de quedarse más tiempo. Una noche Toño se paró al baño, y por costumbre estaba orinando sin cerrar la puerta, cuando la maestra se asomó y contempló lo bien dotado que era su alumno. Él se apenó pero ella lo tomó de la mano y lo condujo hasta su alcoba, y le platicó que ella era viuda, porque su marido había muerto en un accidente. Sin que él se diera cuenta, ella lo rodeó con su brazo y entonces lo comenzó a seducir. En poco tiempo Toño estaba pasando sus manos por la panocha de su maestra, peluda y carnosa, y en sus maternales pechos que eran de buen tamaño. La maestra también lo acariciaba, y por fin lo acostó y se le montó en la verga. Primero de vaquerita, luego en cuatro y al final él arriba, cogieron excitados toda la noche. Toño se le trepaba a su maestra metiéndole la vergota hasta el fondo, y su maestra movía rítmicamente sus caderas, para excitarlo y hacerlo venir. Al final él se la clavó en el culo, pero no duró mucho antes de llenarla de semen, y ella le mamó el pito hasta vaciarlo totalmente.