Pechugona hot de culioneros cogiendo despues de la playa
Amanda tenía como armas dos enormes tetas, que desde que le crecieron en la adolescencia aprovechaba para sacar ventaja, puesto que no sólo estaba orgullosa de sus nenas, sino las usaba con regularidad. Las calificaciones altas, el buen puesto de trabajo, todo lo debía a sus chichis. Sus pechos eran grandes y sabrosos, cada vez que quería conseguir algo, las tetas iban por delante, los mostraba con descarados escotes y sabía que a los hombres les gustaba verlas, chuparlas, poner su verga en medio de sus tetas y llenarlas de semen. Esa era su especialidad, y lo había descubierto cuando una vez necesitaba mejorar una calificación, pidió una cita con su maestro y llegó a la oficina con la blusa desabrochada, cuando el maestro la hizo pasar, cerró la puerta tras de sí, y se acercó a su maestro hasta que él no pudo evitar mirar sus enormes nenas. Ella le comentó al maestro que necesitaba pasar la materia y para que le quedara más claro, se quitó la blusa y se quitó el bra. El maestro le dijo que no quería problemas, pero ella le echó en la cara sus boobies, se las frotó en la cara y entonces él se las comenzó a mamar, las chupaba con ansias y se repegaba contra ellas, las besó y chupó varias veces, y ella le pidió que sacara su verga, se hincó y se puso la verga entre las tetas, el miembro subía y bajaba entre sus ricas chichis, chupaba de vez en cuando la punta del pollón de su maestro, hasta que lo hizo venirse en sus pechos. Cayó en su sillón el maestro, y le indicó dónde estaba la lista y que ella se pusiera la calificación que quisiera…