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El espejo es el mejor amigo de las deseosas, sensuales y exóticas mujeres de Colombia a las que siempre y desde que podemos nos encanta tocarnos, explotar nuestra sexualidad y pasar cuanta cosa se pueda por nuestra cariñosa panocha, el coño es casi un dios para las que sabemos que nuestra belleza es para ser vivida, que el coño es para que nos cojan y nos penetren, los labios de la boca son un entrenador para que la verga nos penetre, así sea con plátanos, botellas, consoladores, juguetes de niños o simplemente con los dedos, el placer es parte de nuestra vida, ir enseñándole al culo que nació para ser penetrado, para hacerle la competencia a la concha y a la boca, hacer más grandes nuestros hoyos es nuestra pasión y lo que nos da fama en e mundo entero. La cama es el campo de batalla donde nuestra trinchera, el coño, se debe enfrentar al pito, la verga viene altiva y debemos exprimirla, para hacerlo bien, debemos enseñarle a nuestra panocha el arte de apretar y succionar, al igual que la boca y el culo. Los dedos son parte de lo que necesitamos meternos por todos los orificios, para hacer más grandes los pequeños y educados los que no saben que pueden y deben admitir a la verga, así que bienvenidos sean los dedos propios y extraños, las cuentas anales, el consolador rígido y grueso, las botellas y también las vergas de verdad que son el título en la carrera de la más puta, que en Colombia no se diga que las mujeres no saben complacer a su dueño, sino que desde que podemos entrenamos para dejarlo exhausto complacido y perfectamente succionado.