Compañera de prepa me pide sexo anal y le dejo un hoyo en el culo
Las mujeres son mi delirio y cuando me dan la oportunidad, me las cojo sin miramientos, porque no hay nada en el mundo que me de más satisfacción que poner en funcionamiento mi pene erecto, firme como roca y listo para ensanchar cualquier hoyo donde se le invite a entrar, sea este de coño, boca o culo. Por cierto, el otro día una clienta del negocio de cortinas donde trabajo, me solicitó que colocara unas dobles cortinas, decorativas las primeras y para blindar sonido y luz las otras. Para pavonearme, le dije que una vez cerradas las dos cortinas, nadie fuera de la casa podría escuchar aún si alguien estuviera cogiendo cerca de la ventana. La señora se rio, pero me pidió que se lo probara. Y no sólo se lo probé, sino que se lo requeteprobé, la encueré rápidamente, y yo me puse en cueros, listo para penetrarla. Ella temerosa hacía como que quería huir pero no tuvo escapatoria, una vez que la forcé a chupar mi polla, cedió a todos sus instintos, abría su boca para que entrara mi verga y le rozaba las anginas, la baba se le salía de la boca, luego comencé a darle con un frasco de perfume en su coño, hasta que comenzó a gemir y luego le lamí la cola, desde el ano hasta el clítoris, sus ojos se ponían en blanco por lo sabroso que sentía, luego la empalé con mi verga en su ano, era su primera vez pero no me importó, su culito le dio entrada a mi polla y como estaba muy apretado, cada estocada me excitaba más y más, al final la llené de semen en su ano, y prometí volver para poner el papel tapiz.