Mexicana borracha enseñando tetas y piernas en el bar
Salir de parranda y pasársela bien es fácil en la compañía correcta, cuando Lidia salió esa tarde de sábado estaba con varios de sus amigos y amigas, con quienes habitualmente se pasaba un buen rato. Fueron a un antro a bailar y sobre todo a beber, porque para eso es inventó el sábado, para tomar hasta que todo se vuelve amigable y fácil. De regreso a la casa, el grupo se detuvo cerca de un callejón relativamente bien iluminado, pero que tenía enormes cajas de cartón vacías, de los almacenes cercanos. Aprovechando eso, Lidia le pidió a una de sus amigas que la acompañara a orinar, ella accedió y de repente ambas estaban dentro de una caja, con las faldas arriba y las pantys abajo, vaciando sus vejigas. Sus acompañantes se asomaron y entre risas señalaron que una de ellas llevaba un depilado total y la otra en forma de corazón. Entonces Laura se despojó de su falda y les mostró su nuevo tatuaje en el pubis, lo que aprovechó uno de los borrachines para besarla y comenzar a acariciarla en su panocha. Luego su amiga se encueró totalmente y allí mismo la comenzó a coger uno de sus amigos. En poco rato, tres parejas cogían alegremente en el sitio, dándose ánimos y presumiendo lo bien que cabalgaban las zorras. Las panochas goteaban mientras las vergas las penetraban y uno por uno fueron gritando ellos al venirse dentro de las alegras amigas. El semen escurría por las cajas y el suelo, donde las mujeres olvidaron sus pantimedias y un zapato que alguien olvidó. Coger borracha, eso es un buen sábado!