Hermosa jovencita se desnuda en la playa para mostrar su sensual cuerpo
Ariadna decidió que su siguiente aventura sería en una playa nudista, así que ya en el sitio, entabló amistad con los que ya se encontraban allí, y rápidamente se despojó de sus ropas. Su fantasía era que un atractivo joven se le acercara, y observase su cuerpo de casi adolescente, con sus hermosas piernas, redondas nalgas y pechos deliciosos. Lo mejor sería que él también llegara ya desnudo, para poder admirar su pene, que por supuesto debía ser enorme, cabezón y ancho, para que a la hora de coger tuvieran un buen rato. A veces fantaseaba también en que en plena playa comenzaran a manosearse, tocando sus partes más sensibles, la verga de él y su panocha, para ir calentando las cosas, luego podrían discretamente excitarse con tocamientos cada vez más atrevidos, ella jalando su polla y él metiéndole los dedos en el coño. Sin pena ella era capaz de comenzar a mamar la verga de su pareja, para lubricar su miembro antes de la penetración, y esperaba que su compañero le diera una lamida de coño, para humedecerla, hacerla liberar jugos y preparar todo para una cogida sensacional. Una vez los dos ya excitados, lo que seguía era la metida de verga, en su panochita rasurada y juvenil, de preferencia con ella en cuatro, para poder mostrarle sus magníficas nalgas a su cojelón, para excitarlo aún más, y que mejor si él le metía uno o varios dedos en el culo, para que la cojida fuera total, a veces le gustaba que también se la metieran por el ano, estrecho y apretador, de esos que hacían sentir como si una aspiradora estuviera exprimiendo el semen que con seguridad saldría a chorros.