Mi tía me folla mientras mi madre va de compras
Eva y su sobrino se conocieron muy bien aquella tarde, como la mamá de Pepe había salido a las compras, estaban solos en la casa por al menos un par de horas. Pepe le comentó a su tía de que era muy tímido con las mujeres, ella creyó que su apuesto sobrino mentía, puesto que era muy bien parecido y daba la impresión de tener un paquete formidable. Platicando ella le pidió ayuda para desempacar sus maletas y le comenzó a mostrar su ropa de noche, modelándola. Conforme se probaba ropa más atrevida, notó que el pito de Pepe se ponía a punto de romper su pantalón, así que lo ayudó a salir de su prisión, sin avisarle comenzó a acariciar suavemente la verga de Pepe, luego a chupársela poco a poco, lamió su leño desde la base hasta la punta y escuchaba los ahogados gemidos de su sobrino. Lo hizo acostarse para poder mamarlo mejor, y cuando la cara de éxtasis de Pepe estaba beatífica, comenzó a hacer un hot dog con sus tetas y la vergota de Pepe. El muchacho ya estaba ardiendo de deseo y Eva lo supo interpretar, lo montó como vaquerita experta y balanceaba su exquisito cuerpo contra la cadera de su pariente, que le acariciaba las tetas y le metía los dedos de la mano en la boca, luego ella le pidió que la pusiera en cuatro y que la penetrara así con el culo al aire, las estocadas fueron rítmicas y fuertes, su panocha escurría líquido mientras ella se venía una y otra vez, cuando un grito emergió de la garganta de Pepe y la llenó de semen, al correrse dentro de ella.