Pagando el delivery con dinero y chupando pinga
Hoy me desperté tan caliente que quería algo rico para comer y de postre una buena pinga.
Hice mi pedido de comida y al recibirlo, convencí al repartidor de que se quedara.
Provocándolo con mi culo, le saque la pinga de su pantalón y le di unas tremendas mamadas.
Tenia la verga tan grande y tan dura que yo solo quería tenerla dentro de mi boca y seguir chupándosela.
Tenia la papaya tan mojada que me moría porque me la metieran hasta el fondo.
Lo que mas me excitaba era que le estaba haciendo unas ricas mamadas al repartidor mientras teníamos la puerta de mi casa abierta y todo el mundo pasaba
El repartidor terminó corriéndose dentro de mi boca y llenándome de leche la boca.